Así, los trabajadores creen que Barroso debería aprovechar la situación de ipReal “para dar lecciones de cómo solventar un conflicto laboral, no sólo cuando lo provoca otro y lo tiene que resoler otro”.
En cambio, consideran que lo que hace el alcalde puertorrelaño es “dejar a sus trabajadores en un limbo legal acogiéndose a la Ley Concursal”. “Ha anunciado su cierre inminente pretendiendo acogerse a una suspensión de pagos y posterior concurso de acreedores, asegurando de este modo que el Consejo de Administración de la empresa que él preside eluda las posibles responsabilidades legales y patrimoniales que se deriven de su pésima gestión”, señalan los trece trabajadores afectados, quienes entienden que esta situación “representa en la práctica el peor de los escenarios posibles”, ya que pasarían a engrosar la lista de acreedores de la empresa y se imposibilitaría su acceso a la prestación por desempleo durante el tiempo que durara el proceso, “además de reducir de forma notable las indemnizaciones correspondientes por los más que seguros despidos”.
Los trabajadores recuerdan que a Barroso “se le recuerda por sus salidas de tono contra el rey”, mientras que a ellos les gustaría que “quedara en el recuerdo como el alcalde que mostró su firme adhesión a uns valores de izquierda, obreros y sindicales en pos de la clase obrera a la que dice defender en la teoría”.
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